El aislamiento de fachadas por inyección en cámara se puede realizar con diferentes materiales. Desde la espuma de poliuretano a la celulosa, la lana mineral y otros tantos materiales especiales.
Este sistema se suele usar en aquellas fachadas que no se pueden rehabilitar en su parte exterior. Ya sea porque hay algún elemento que lo impida o bien porque la comunidad de vecinos no logra ponerse de acuerdo pero es necesario mejorar el aislamiento del edificio.
Aunque es económico y no implica perder espacio útil en el interior de las viviendas, no es muy recomendable debido a los inconvenientes que tiene. Por ejemplo:
- No se puede asegurar que el aislamiento sea homogéneo. No hay que olvidar que este se lleva a cabo por medio de inyección en un espacio que no puede ser visualizado. Por tanto nunca sabemos cómo se extiende por la cámara el producto y si se adhiere adecuadamente a todas las superficies.
- Requiere un trabajo de limpieza importante en la zona inferior de la cámara. Para que el producto que se inyecta se adhiera correctamente y haga su función, la zona inferior de la cámara debe de estar muy limpia. Y por norma general en este espacio se suelen acumular desde restos de ladrillos a polvo y sedimentos.
- No es eficaz contra los puentes térmicos.
En general suele recomendarse únicamente si el aislamiento de fachadas en el exterior no puede llevarse a cabo.