Cada vez son más los enamorados de esta tendencia de vida tan moderna: los lofts. Espacios completamente diáfanos que permiten obtener una mayor sensación de amplitud y una conexión extrema de cada pieza del hogar.
Sin embargo muchos amantes de este tipo de vivienda terminan por aborrecerla cuando por fin la logran. ¿Por qué puede suceder esto? Porque los lofts tienen tanto ventajas como inconvenientes y no son adecuados para todo tipo de inquilinos. Desde Koncepto® Barcelona queremos ofrecerte una comparativa entre los pros y los contras de este tipo de viviendas tan a la última. ¡Vamos a ello!
Ventajas de los lofts
Gran luminosidad
Si eres un amante de la luz natural sin duda los lofts te van a encantar. Al no haber barreras arquitectónicas la luz se refleja de un lado a otro por toda la vivienda o local. De esta manera una de las características principales de los lofts es que resultan mucho más luminosos que otro tipo de viviendas.
Mayor sensación de amplitud
Y no solo es sensación. Ganamos espacio y metros cuadrados eliminando muros. Es por este motivo que los pisos más pequeños, aunque no lleguen a convertirse en lofts al cien por cien, buscan alternativas para ampliar el espacio tirando tabiques. Y lo hacen uniendo el salón con el comedor y la cocina. De esta manera la sensación de amplitud es mayor y las piezas se disfrutar mejor. Una forma sencilla para obtener un mayor confort en los espacios pequeños.
Espacios mucho más seguros
Los lofts son ideales para parejas con niños pequeños. Si utilizas espacios abiertos es mucho más sencillo vigilar a los reyes de la casa. Aquellos que no son acérrimos seguidores de las casas completamente abiertas pueden optar por combinar algunos espacios para conseguir mayor seguridad. Por ejemplo, la cocina, el salón y el comedor. De esta manera mientras cocinamos podemos controlar a los más pequeños en sus ratos de juego.
Inconvenientes de los lofts
Falta de intimidad
Quizá el principal problema de los lofts es la falta de intimidad. Aceptar este tipo de vida implicar compartir todos los espacios, exceptuando el baño, de manera abierta. Muchas personas no tienen problemas con este sistema, pero perder la privacidad también implica el aumento de los ruidos. Así que, si por ejemplo trabajas en casa y sois varios viviendo en ella, no tendrás aislamiento acústico para poder concentrarte.
Ruido constante
La falta de intimidad nos lleva al siguiente problema: los ruidos. Al tratarse de espacios completamente compartidos los ruidos y las molestias que pueden ocasionar los diferentes miembros de la familiar son constantes. Por ejemplo si uno se despierta y no puede dormir, no tiene la opción de refugiarse en el sofá y ver la tele para conciliar el sueño sin molestar a su pareja.
Igual sucede si trabajas dentro de tu vivienda. Si tu pareja está cocinando o viendo la televisión tu concentración disminuirá. A mayor número de personas dentro de la familia, más difícil resulta hacer frente al ruido.
Espacios que acumulan mayor suciedad
Es necesario cuidar al máximo los detalles de todos los espacios. Al tratarse de lugares abiertos es muy importante ser ordenado. En el momento en el que se dejen por medio los zapatos, la ropa no se coloque o los libros y cuadernos de estudiar no se recojan, el caos dominará todo.
Otro de los problemas asociados a la suciedad son los olores. La cocina es uno de los lugares más sucios dentro de un hogar. Al estar abierto al resto de la casa los olores y la grasa se comparten. No hay un muro de contención que lo evite. Por este motivo hay que ser especialmente escrupuloso con la limpieza o pronto nos sentiremos muy incómodos.