El sector inmobiliario ha vuelto a ponerse de nuevo en marcha. Cada vez aumenta más la inversión en ladrillo. Ya sea de la mano de grandes inversores, como la compra por parte de Intu del centro comercial Xanadú, como por parte de familias que de nuevo disponen de crédito.
Esto lleva a algunas familias a plantearse la opción de vender una vivienda en busca de una cuyas características se adapten mejor a sus actuales necesidades. Por desgracia a la hora de poner en venta una vivienda surgen muchas dudas. Por ejemplo, ¿es aconsejable reformar una vivienda antes de venderla?
Por norma general los clientes que buscan en el mercado de segunda mano lo hacen pensando en un precio asequible, en una buena localización y en tener la posibilidad de contar con un espacio al que darle su propio toque personal.
Sin embargo, existen pequeñas acciones que pueden embellecer nuestro antiguo hogar y hacer que resulte mucho más atractivo para los compradores. Por norma general no es aconsejable invertir un capital muy elevado en reformar una casa a gusto del antiguo inquilino. Lo más adecuado es realizar pequeños retoques que permitan sacar a la luz el potencial de la vivienda y darle al nuevo propietario la oportunidad de hacer cambios que permitan que la vivienda sea más de su gusto.
Reformar una vivienda antes de venderla es una manera sencilla de obtener una mayor rentabilidad, pero solo si se trata de reformas con cabeza que sirva para despersonalizar el espacio y hacer que el futuro propietario sea consciente del enorme potencial que tiene.
Desde Koncepto® Barcelona queremos ofrecerte un listado, de más barata a más cara, de las reformas que puedes realizar en tu casa para obtener un mayor importe a cambio de ella.
Tener en cuenta cómo es la competencia
Uno de los principales errores que cometen los novatos cuando se plantean reformar su casa para venderla es obviar la competencia que hay en la zona. La mejor manera de reformar sabiamente una vivienda con intenciones de venderla es conocer las casas del vecindario que se encuentran en ese momento a la venta. Si por ejemplo realizas una reforma que deja tu casa peor que las demás, difícilmente podrás venderla. Si gastas demasiado y queda por encima de la media, probablemente los compradores no estarán interesado porque preferirán adquirir algo más económico y personalizable.
El mejor truco para conseguir conocer a la competencia es visitar agencias inmobiliarias y saber qué es lo que más se demanda en esa zona y cuáles son las características que se consideran estándar en el vecindario.
Nunca hay que comenzar grandes reformas de cara a una venta
Meterse en reformas complicadas y con las que se gasta gran cantidad de tiempo y de dinero no es recomendable en estos casos. Si lo haces lo más seguro es que no recuperes lo invertido.
Ten siempre en cuenta lo que hemos explicado: la casa ha de mejorarse lo suficiente como para que se encuentre al mismo nivel que el resto que están en venta en el mismo vecindario.
Por ejemplo, volverse loco para que parezca más grande es una tontería. No se aconseja tirar tabiques ni eliminar dormitorios, pues muchas personas prefieren disponer de dos baños pequeños que de uno grande o de dos cuartos, uno de ellos más pequeño, que de uno enorme.
Recuerda que la casa ha de gustar al futuro propietario
Nunca hay que olvidar que no se están realizando reformas con la intención de que el espacio te guste a ti. Lo más adecuado en estos casos es crear un espacio despersonalizado lejos de los gustos personales del propietario. Los colores neutros son lo mejor para ayudar a los posibles compradores a visualizar el espacio a su gusto.
Ofrecer una imagen pulcra y limpia a la hora de reformar una vivienda antes de venderla
Una de las cosas que más puede echar para atrás una compra, es toparse con una casa vieja, sucia, poco cuidada y cargada hasta los topes de antiguallas. Esto devalúa enormemente el precio de mercado porque hace que los interesados no sean capaces de visualizar el cambio.
Es necesario que siempre prestes mucha atención a la limpieza. Nunca presentes un piso sucio a tus posibles compradores. Déjalo limpio y bien aireado y pinta las paredes para higienizar todos los espacios. Recuerda utilizar colores neutros y con poca personalidad que permitan a los futuros dueños darle el toque de diseño deseado.
Además, si tienes gran cantidad de muebles que han vivido mejores tiempos, lo más aconsejable es que los saques de la vivienda y despejes el espacios. Puedes venderlos, regalarlos o bien guardarlos en un almacén hasta terminar la venta.