Si ya has comenzado a leer nuestro anterior artículo sobre cómo reformar una vivienda para poder alquilarla, estamos seguros que te encantará seguir obteniendo nuevos consejos e ideas. El alquiler hoy en día se ha convertido en un auténtico negocio para muchos particulares. En el artículo anterior hablamos de la necesidad de controlar el presupuesto y de aplicar las reformas más costosas a los cuartos de baño y a la cocina. Estas piezas son las que más llaman la atención a los futuros inquilinos y cuanto mejor estado tengan mayor podrá ser el alquiler mensual que pidas por tu vivienda.
Conozcamos algunos otros consejos para reformar una vivienda y obtener el máximo beneficio por ella.
Paso 3 para reformar una vivienda. Pintar, pintar y pintar
Una de las reformas más sencillas y económicas que puedes realizar en tu vivienda de alquiler es la pintura. Pintar los espacios ayuda a transformarlos y a dar una sensación de espacio cuidado y nuevo. Si te decantas por pintar toda la vivienda hazlo con cabeza. Crea una paleta de colores y aplícala ordenadamente en el interior de la vivienda. De nada sirve que pongas una habitación rosa, otra verde y otra amarilla. Confundirás a los futuros inquilinos y harás que los espacios luzcan menos y resulten menos atractivos. Busca a una buena empresa de pintura especializada que sepa orientarte sobre la paleta de colores que has de utilizar. Lo mejor es aplicar la misma paleta en toda la casa y utilizar los colores como hilo conductor del diseño. Decántate por tonos pasteles y claros para que las habitaciones resulten más amplias y aplica los golpes de color con la ayuda de la decoración. De esta manera si el inquilino no es un amante de los colores aplicados sobre los objetos, podrá guardarlos durante su estancia en la vivienda y colocar los suyos propios.
Paso 4 para reformar una vivienda. Renueva y acondiciona siempre que puedas
A la hora de reformar una vivienda para alquilarla es importante dar prioridad a la renovación. Esta renovación no tiene porqué implicar un cambio o la compra de muebles y objetos nuevos. Todo dependerá de las piezas de las que dispongas y del presupuesto que hayas calculado para la reforma. Recuerda que el presupuesto es imprescindible y que has de tener en cuenta cuánto tiempo vas a necesitar para recuperarlo a través del alquiler.
Si cuentas con muebles anticuados pero de buena calidad puedes decantarte por restaurarlos. Hoy en día se hacen auténticas virguerías con este tipo de muebles y se obtienen piezas verdaderamente únicas. Por ejemplo, una alacena antigua o un aparador viejo pueden cobrar nueva vida si los restauras. El color y los herrajes son imprescindibles para lograrlo. Incluso el papel pintado puede ayudarte para obtener un toque más cool e interesante.
Paso 4 para reformar una vivienda. Realiza cambios estéticos visibles, pero no olvides lo importante
Los cambios estéticos visibles son los que mayor impacto visual tienen para los nuevos inquilinos. Si dedicas parte de tu presupuesto a renovar la decoración y a conseguir un ambiente hogareño y moderno, seguramente aumentarás el número de inquilinos interesados en tu vivienda. Sin embargo, si tu deseo es que tus inquilinos se encuentren cómodos en tu casa y que la lleguen a considerar un hogar, es importante que no olvides ciertos aspectos:
- Disponer de un sistema eléctrico adecuado.
- Asegurarte de que tu vivienda no tiene humedades.
- Contar con unas buenas ventanas que permitan aislar la vivienda de los cambios de temperatura.
Esperamos que estos consejos te sirvan de orientación para poder reformar una vivienda y alquilarla.