La semana pasada comenzamos un artículo en el que realizamos un breve recorrido por algunos de los estilos decorativos más a la última y que más gustan a todos los particulares y entendidos del sector.
Hoy en día, tanto las empresas como los particulares, se preocupan para vez más de disponer de espacios atractivos, acogedores y confortables pero que, a la vez, se adecuen a sus gustos de diseño. En el post de la semana pasada hicimos un ligero recorrido por algunas de las tendencias más actuales, como el estilo retro vintage, el oriental, el nórdico o el estilo romántico.
Queremos aprovechar este nuevo post para acabar con el recorrido y presentarte algún otro estilo. Esperamos que te sirva de inspiración para saber qué estilo te gusta más y cuál encaja mejor con el diseño de tu hogar o negocio. ¡Comencemos!
Estilo industrial para los amantes de lo bohemio
Un estilo que cada vez consigue más adeptos es sin duda el estilo industrial. Nacido de la utilización de los grandes edificios industriales remodelados como hogares, este estilo es sin duda un lujo no al alcance de todos.
Se caracteriza por mezclar a la perfección los materiales propios de las grandes naves industriales, como le ladrillo visto, las vigas de metal e incluso las tuberías, y combinarlo con muebles de gran carácter. Destaca el uso de piezas con cierta solera, donde se mezclan sin miedo todo tipo de objetos, desde aquellos con acabados futuristas, hasta los que recuerdan a los años 70. Este estilo destaca por mezclar en sus muebles el metal con maderas antiguas y sofás donde el cuero ajado y con mucho uso hacen juego con lámparas que recuerdan a los focos de un cine.
Puedes revisar el catálogo de tiendas como Maisons du Monde para encontrar piezas muy atractivas que pueden servirte para emular el estilo industrial.
Estilo clásico para los más sibaritas
Aunque es más común encontrar este estilo en las casas francesas e inglesas, poco a poco el estilo clásico va dejando su huella en nuestro país y amenaza con volver con todo su esplendor en un corto periodo de tiempo.
Si amas los metales nobles, la opulencia, los cortinajes pesados y las maderas de primera calidad, este sin duda es tu estilo. Todas estas piezas combinadas sabiamente con esculturas y obras que recuerden al mundo clásico, además del uso de mármoles, son las claves del estilo clásico más actual.
No olvides el uso de telas brillantes, del cuero para los sofás y del cristal para dar más opulencia al conjunto. El resultado es un auténtico reino de sensaciones para nuestros sentidos.
Estilo rústico
Aunque hace algunos años este estilo era el más habitual en muchas de las casas y locales de España, poco a poco fue perdiendo su posición a favor de otros estilos como el nórdico. No obstante, hoy en día vuelva recuperarse la pasión por el estilo rústico, pero una variante mucho más atractiva y con cierto toque nuevo.
Comparte ciertas similitudes con el estilo industrial, por ejemplo, aprovechar al máximo la estructura del edificio en el que se instala para que el ambiente rural y rústico se expanda por toda la estancia. Es decir, los mismos elementos estructurales que componen la vivienda o negocio, son una parte muy importante dentro del estilo rústico.
Lo que no puede faltar en este estilo es sin duda unas buenas vigas de madera oscura en los techos. ¿Recuerdas la casa del pueblo de tus padres, esa que tiene esas preciosas vigas de madera y paredes blancas? Pues es el lugar ideal para que el estilo rústico obtenga todo su potencial. Si a esto le sumas una buena chimenea, de hierro o de construcción, y elementos con cierto toque campestre, ya lo tienes hecho.
Recuerda que para conseguir un estilo rústico de calidad hay que intentar ocultar en la medida de lo posible los elementos tecnológicos (como los televisores) e incorporar piezas artesanales compuestas de madres nobles y envejecidas; elementos de hace años que con el paso del tiempo pueden convertirse en decoración (como los aperos del campo) o incluso lámparas y armarios que han estado en casa de tus familiares desde siempre.