Llevamos ya un par de artículos hablando sobre fachadas, sobre los problemas más comunes que sufren y sus causas. La fase de pintura es la última dentro de cualquier trabajo de reparación en una fachada, pero no por eso es menos importante. Escoger la pintura adecuada para la fachada depende del tipo de fachada del que se trate, de la orientación de la misma e incluso también la zona geográfica en la que se encuentra el edificio (ya que las condiciones meteorológicas pueden cambiar dependiendo de donde nos encontremos).
Tipos de pinturas para fachadas
Los tipos de pinturas para fachadas más comunes son los siguientes .
Pintura plástica
Las pinturas plásticas son aquellas que están compuestas por un revestimiento con una base acuosa, que generalmente resulta muy sencilla de aplicar.
La gran ventaja de las pinturas plásticas es que no desprenden olores, cubren las zonas a pintar de forma homogénea (por lo que pueden ser aplicadas por personas sin mucha experiencia en trabajos de pintura), ofrece unos tiempos de secado muy rápidos y se pueden eliminar los restos fácilmente con agua.
La pintura plástica además se adhiere a multitud de superficies, siendo dos de las más destacables el cemento y el yeso. También puede aplicarse sobre superficies porosas como el ladrillo y la piedra, aunque en estos casos será necesario aplicar una imprimación previa. Al ser de base acuosa la pintura plástica es una de las gamas de pintura menos tóxicas del mercado. La pintura plástica es la gama de pintura más económica del mercado y es común que haya multitud de versiones con aditivos distintos.
Pintura acrílica
La pintura acrílica es muy parecida a la pintura plástica, siendo bastante común que los usuarios no especializados las confundan. Sin embargo a diferencia de las pinturas plásticas, las pinturas acrílicas son mucho más transpirables y son perfectas para ambientes donde existe un nivel elevado de humedad. Su transpirabilidad permite que no se acumule humedad en la superficie y no aparezcan mohos o manchas.
Pinturas siliconadas
Las pinturas con base de silicona se secan por causa de la polimerización de los compuestos que contienen, creando una película totalmente impermeable que repele los agentes externos como el agua y la suciedad no permitiendo que se adhieran a la superficie.
Las pinturas con base de silicona son por tanto 100% hidrófugas, lo que permite que el agua y la humedad no se adhiera a la superficie ni por contacto ni por condensación, ofreciendo excelentes resultados antimoho y antiverdín.
Las pinturas con base de silicona son una de las opciones a tener en cuenta durante la rehabilitación de fachadas, ofreciendo una durabilidad que supera con creces los otros tipos de pinturas cómo son las plásticas y acrílicas.
Pinturas elastomericas
Las pinturas elastomericas están fabricadas con un polímero elástico también denominado elastómero que permite recubrir pequeñas grietas y huecos en la fachada.
Los elastómeros se usan para multitud de productos en la vida diaria, entre ellos para la fabricación de la goma vulcanizada de las botas.
Por esta razón este tipo de pinturas son especiales e ideales para aquellas fachadas que sufren expansiones térmicas, contracciones y movimientos debido por ejemplo a cambios de temperatura bruscos.
Pinturas al silicato
Las pinturas al silicato están fabricadas con una base mineral, usando como aglutinante el silicato potásico, de dónde proviene el nombre de esta pintura para fachadas. La característica principal de las pinturas de silicato es que se adhieren a las fachadas mediante una reacción química, siempre que dichas fachadas estén fabricadas con materiales de origen mineral, cómo pueden ser cemento, ladrillo, hormigón… Las pinturas al silicato son útiles en fachadas orientadas al norte o con mucha humedad, ya que son muy transpirables y no permiten que el agua se acumule.
Pinturas al siloxano (siloxiane)
El siloxano es un grupo funcional en la química organosilícea con el enlace Si-O-Si. Los siloxanos no se encuentran en la naturaleza y deben ser fabricados artificialmente y tienen muchas aplicaciones comerciales e industriales debido a la hidrofobicidad de los compuestos, su baja conductividad térmica y su alta flexibilidad. Los polisiloxanos, tras su combustión en una atmósfera inerte, generalmente se someten a pirólisis para formar oxicarburo de silicio o carburo de silicio. Aprovechando esta reacción, los polisiloxanos se han utilizado como polímeros precerámicos en diversos procesos, incluida la fabricación de aditivos y pinturas.
Las pinturas con base siloxano ofrecen una durabilidad extraordinaria, del orden de los 10 o 15 años. Este tipo de pinturas está pensado para ser utilizado en fachadas que estén expuestas a condiciones atmosféricas extremas.
Pinturas Pliolite
El pliolite es una resina sintética basada en el caucho, y es el tipo de pintura para exterior y fachadas que más penetración ofrece. Esta gran penetración en la superficie dónde se aplican permite que tenga una gran durabilidad y que resista los embates meteorológicos más adversos.
Aspectos a tener en cuenta para elegir una pintura para una fachada
Antes de elegir ningún tipo de pintura deberemos tener en cuenta en qué estado se encuentra la fachada, los materiales con los que está fabricada y las condiciones atmosféricas que tendrá que soportar dicha fachada.
Cómo calcular la superficie de una fachada
Calcular la superficie de nuestra fachada es básico para saber los litros y cantidad de pintura que vamos a necesitar. En el envase de la pintura que compres debe aparecer el rendimiento en metros cuadrados de cada litro de pintura, por lo que solo tendrás que calcular la superficie total de tu fachada (ancho x alto) restando los espacios libres que dejan las puertas y las ventanas.
Mejor momento para pintar una fachada
Aunque podemos pensar que el mejor momento para pintar una fachada es aquel día en el que más calor y radiación solar haya (pensando erróneamente que a mayor calor más rápido y mejor se va a secar la pintura) este no es el enfoque correcto.
En general y para cualquier tipo de pintura para la fachada que queramos aplicar las condiciones meteorológicas ideales son las de aquellos días en los que no llueva, no haga mucho calor ni haga mucho viento. Pintar con días muy calurosos acabará causando un secado excesivamente rápido de la pintura que podría cuartear la superficie de la misma.
Mucha gente aprovecha para hacer reformas en casa durante las vacaciones de verano, pero si se trata de pintar en esta época intenta hacerlo a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde, cuando la calor ya es mucho menos intensa.